REFLEXION SOBRE EL CERTAMEN DE ESCULTURA PARA DESEMPLEADOS DE UNA VECINA

Foto extraida de salamanca24horas.com
Nos mandan via email esta interesante reflexión:
"CERTAMEN DE ESCULTURA “PARA DESEMPLEADOS”
El año pasado el Ayuntamiento de Villamayor decidió incluir en sus bases los requisitos de ser desempleado y empadronado en Villamayor para poder participar en el Certamen de Escultura. Se trata de una medida no exenta de polémica y cierta controversia, dado que, a pesar de su "buena intención", desvirtúa en gran medida el carácter del certamen, que hasta ese momento se basaba en el uso artístico de nuestra piedra, abierto a cualquier persona, sin requisitos relacionados con la situación laboral o el lugar de residencia. Supongo que los motivos para esta modificación fueron que, dada la situación de crisis y de incremento de los parados en nuestro pueblo, una manera de solucionarlo era incentivar su participación en este certamen.
Así, el certamen que anteriormente estaba abierto a cualquier artista o escultor que quisiera sacar la belleza de la piedra, actualmente es un certamen reducido exclusivamente a desempleados de Villamayor, que puedan ser o no artistas. No sé en qué punto del programa electoral o de su programa de trabajo habrán incluido esta medida (¿cultura o trabajo?), pero de todas maneras, no se me ocurre otra cosa que pensar en una extraña mezcla de churras con merinas, ya que ésta no es una medida de fomento de empleo, ni un paquete de ayudas a desempleados, ni nada que se le parezca. 

Este año se repiten los requisitos, pero hay algo que ha llamado tristemente mi atención: al leer el programa de actos de la Feria de la Piedra, podemos ver que todos los días se hace referencia al “Certamen de escultura para desempleados”. Pero, ¿esto qué es? Se ha sustituido la referencia a la piedra de Villamayor (que es donde radica la esencia del certamen) por la referencia a los desempleados, y así no una, ni dos, ni tres, sino cuatro veces en el programa. ¿Es que no tiene bastante una persona sin trabajo, para que además se le ponga una etiqueta más y se le recuerde continuamente? Y la cuestión es que no se le pone la de “escultor desempleado” (que también sería una pena), sino la de desempleado al que se le permite presentarse a un certamen, sea o no escultor. A mí, personalmente, me parece un despropósito y una especie de premio de consolación por carecer de trabajo. Supongo que, en el momento de la entrega de premios, se volverá a hacer referencia al requisito de ser desempleado, para que así, los afortunados que reciban los galardones, se sientan un poco más estigmatizados o etiquetados, por si les faltaba algo."